Efectivamente, estamos ante un gran reto que implica ser formadores y formados en una era de constante cambio, donde la integración de todas estas características idealmente harían el proceso enseñanza-aprendizaje más efectivo y significativo. Aquí el verdadero dilema es la forma en cómo lograremos integrar todas estas características e idealmente a bajo costo por la población a la que nos dirigimos.