A pesar de los avances en la educación médica, muchos docentes carecen de formación pedagógica formal. Esto dificulta la implementación de estrategias innovadoras y afecta la evaluación de competencias en residentes. Sin un sistema estructurado de evaluación, no es posible verificar si los estudiantes realmente adquieren las habilidades necesarias para su ejercicio profesional. (Elsevier, 2017)