Hay mejoras iniciales de carácter más básico que no necesariamente implican grandes cambios en la metodología. Plantear mucha más cohesión entre cursos y entre asignaturas es un deber. Por otra parte, y de una manera más profunda, en las Escuelas de Ingeniería los cambios deberían apuntar a perseguir el objetivo de hacer más ingeniería. Aprender ingeniando soluciones a problemas reales y contextualizados.