Los mecanismos de contabilización y reconocimiento de la actividad docente deben estar alineados con el modelo docente. Por ejemplo, la evaluación continuada requiere tiempo y yo no necesito tantas horas de clase para impartir las lecciones que ya están en videos o en libros. Cambio horas de clase por horas de corrección en mi despacho. Pero si en el encargo académico solo se cuentan las horas de clase, entonces poca motivación tendré para hacer ese tan cacareado cambio en el rol de profesor.